
La era de los teléfonos inteligentes, los servicios de streaming y las redes sociales, es el contexto que está destruyendo la atención en las personas, según el neurólogo Richard E. Cytowic. Cytowic advierte que el cerebro humano, diseñado para procesar estímulos naturales, está mal equipado para manejar el bombardeo constante de estímulos digitales.
El cerebro opera dentro de estrictas restricciones energéticas, como una computadora con limitada potencia de procesamiento y duración de la batería. Cuando se bombardea con demasiada información o demasiadas distracciones, el cerebro se sobrecarga, lo que conduce al estrés y la distracción, que a menudo resulta en errores o mala toma de decisiones.
El principal culpable es la sobrecarga visual, ya que la información visual se procesa casi instantáneamente, dejando poco espacio para que el cerebro descanse o se concentre. Los estudios sugieren que la atención se ha desplomado a un promedio de ocho segundos
Este cambio constante, o «fuga de atención», la vida moderna exige los tres tipos de atención simultáneamente, empujando el cerebro a sus límites, lo que resulta en una disminución en el enfoque, lapsos de memoria y rendimiento cognitivo reducido.
Los estudios muestran que la memoria dañada y el rendimiento cognitivo están vinculados al tiempo excesivo de exposición a la pantalla. Conduciendo al deterioro cognitivo, insomnio, tensión ocular, dolores de cabeza, dolor musculo-esquelético, conductas adictivas y reducción de la actividad física.
El insomnio y la mala calidad del sueño son causados por la luz azul emitida por las pantallas, que interrumpe la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. La tensión ocular y los dolores de cabeza también son problemas comunes.
El dolor crónico por sostener un teléfono en una posición encorvada puede ser exacerbado por el resplandor y el brillo de las pantallas. La adicción a los teléfonos inteligentes y las redes sociales también puede conducir a comportamientos compulsivos.
Para reducir el tiempo de pantalla, desactive las notificaciones, configure los temporizadores, evite mantener los teléfonos en las habitaciones y fomente actividades fuera de la pantalla como la actividad física, la lectura o los pasatiempos.
Los teléfonos inteligentes están destruyendo a las personas

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