ai generated smartphone burning 8072827Image by <a class="fal-attribute" href="https://pixabay.com/illustrations/ai-generated-smartphone-burning-8072827/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=Free Media Assets">TheDigitalArtist</a> from <a href="https://pixabay.com/illustrations/ai-generated-smartphone-burning-8072827/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=Free Media Assets">Pixabay</a>
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  1. La promocioón del desarrollo sostenible depende de la digitalización
  2. Los dispostivos para sus soluciones son mayoritariamente dependientes de plásticos
  3. Recientemente se ha descubierto que muchos plásticos son toxicos

Desde varios años, las instituciones han estado y están hostigando al publico con el desarrollo sostenible y la preservación ecológica afirmando que se ha vuelto más urgente que nunca.

En este contexto, la digitalización es anunciada como una piedra angular de este progreso, ofreciendo soluciones que pueden optimizar la gestión de recursos y promover prácticas respetuosas con el medio ambiente en todas las industrias. Desde redes inteligentes hasta agricultura digital, la tecnología es vendida como un factor de inmenso potencial para ayudar a alcanzar los objetivos ecológicos.

Sin embargo, a pesar de los discursos de prometedores avances, existe una paradoja monumental en el centro de la revolución digital: los propios dispositivos que facilitan el "crecimiento sostenible" están hechos de materiales que no lo son, como el plástico, un material que es omnipresente e intrínsecamente tóxico.

Los plásticos son necesarios para la producción de dispositivos

El plástico se ha convertido en la columna vertebral de la electrónica moderna y los dispositivos digitales. Desde teléfonos inteligentes y tabletas hasta servidores y centros de datos, los plásticos sirven como aislantes, carcasas y componentes que hacen que los dispositivos sean ligeros, duraderos y asequibles. Sin embargo, los costos ambientales y sanitarios asociados con el plástico no deberían ser considerados insignificantes.

Si bien resultan fundamentales en el desarrollo o producción de todo lo tecnológico, también están asociados con la contaminación, la no biodegradabilidad y la liberación de sustancias químicas nocivas en nuestros ecosistemas y cuerpos.

La toxicidad del plástico

Investigaciones recientes de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU), han descubierto que muchos objetos plásticos cotidianos contienen sustancias químicas capaces de interrumpir el reloj interno del cuerpo, conocido como el ritmo circadiano. Aunque afirman que es menos influyente que la cafeína.

Este reloj interno regula numerosos procesos fisiológicos, incluyendo ciclos sueño-vigilia, producción de hormonas, metabolismo y función inmune. La interrupción de este delicado sistema está relacionada con una serie de problemas de salud, incluyendo trastornos del sueño, diabetes, problemas inmunológicos e incluso cáncer.

Las sustancias químicas lixiviadas de plásticos - como el bisfenol A (BPA), los ftalatos y otros compuestos que alteran el sistema endocrino - no son sólo contaminantes ambientales; son amenazas insidiosas para el bienestar.

Esta revelación es especialmente alarmante porque subraya que la búsqueda del progreso tecnológico y ecológico puede contribuir inadvertidamente a la contaminación y afectar la salud.

La ironía de que la sostenibilidad depende de herramientas digitales

La ironía de esta situación no podría ser más clara. Mientras prometen que se está avanzando hacia un futuro más sostenible, defendiendo la digitalización como un componente vital, probablemente al mismo tiempo se están usando tóxicos en los mismos dispositivos que se supone que ayudarán a crear un mundo menos contaminante.

Es un claro recordatorio de que el progreso tecnológico debe ir acompañado de una rigurosa comprensión y análisis crítico de lo que se nos plantea a simple vista.

La verdadera sostenibilidad implicaría no sólo reducir el impacto ambiental, sino también salvaguardar la salud. Si para la agenda digital se ignora el potencial tóxico de los plásticos en los dispositivos que inevitablemente pretenden volver una necesidad u obligación, se corre el riesgo de socavar la propia salud y bienestar que el desarrollo sostenible pretende proteger.

Todo esto deja en relieve la naturaleza de la digitalización, no es la preocupación preservar el ambiente y mucho menos la salud, es todo un obvio pretexto para el control y la opresión digital.

Descubren que ciertos plásticos pueden alterar el sueño
Para leer y saber más - Fuentes:

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