Las radiaciones telefónicas son "posiblemente" cancerígenas

1. La digitalización ha vuelto regular la presencia de tecnologías que tienen campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF)
2. Cada vez más estudios demuestran el peligro del RF-EMF
3. Durante décadas se ha ignorado esta evidencia, permitiendo así el despliegue de estas tecnologías peligrosas

La conectividad digital es una fuerza dominante en la actual era, cada vez las personas están más inmersas en un mundo dominado por los teléfonos celulares, los dispositivos inalámbricos y el implacable despliegue de la tecnología de telefonía y 5G.

Estas innovaciones son promovidas por brindar una comodidad, eficiencia y progreso inigualables, cuando en realidad conllevan un riesgo subestimado: campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF).

Décadas de investigación han demostrado que los RF-EMF no son benignos. De hecho, los estudios en animales han demostrado repetidamente que la exposición a estos campos electromagnéticos puede causar tumores agresivos y mortales.

Una revisión sobre la EMF de smartphones

Estas ondas invisibles son emitidas sin descanso por los dispositivos cotidianos, y la creciente evidencia científica ahora apunta a una conclusión perturbadora - los RF-EMF son carcinógenos con «alta certeza» en animales, vinculados al desarrollo de tumores letales como gliomas cerebrales malignos y schwannomas cardíacos.

Alarmantemente, estos tipos de tumor también están asociados con el uso de teléfonos celulares humanos. Los estudios epidemiológicos han sugerido durante mucho tiempo una conexión entre el uso prolongado del teléfono móvil y el aumento del riesgo de tumores cerebrales, especialmente en el lado de la cabeza más expuesto durante las llamadas. El paralelo entre los hallazgos de tumores animales y los riesgos para la salud humana es convincente.

Una revisión comisionada por la OMS ha concluido que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF) emitidos por teléfonos celulares y dispositivos inalámbricos son carcinógenos de «alta certeza» en animales, causando específicamente gliomas cerebrales malignos y schwannomas cardíacos, los mismos tumores vinculados al uso de teléfonos celulares humanos.

El presidente de la Comisión Internacional sobre los Efectos Biológicos de los Campos Electromagnéticos (ICBE-EMF), Ron Melnick, Ph.D., argumenta que la evidencia animal emparejada con "estudios que muestran daño al ADN y estrés oxidativo" y cumple con los criterios de IARC para reclasificar RF-EMF de su lista de 2011 como «posiblemente carcinogénico» Grupo «1».

Los hallazgos contradicen supuestos y afirmaciones regulatorias con décadas de retraso y amplifican las preocupaciones sobre el rápido despliegue del 5G.

El retraso deliberado o negligente del control a tecnologías que emiten RF-EMF

A pesar de las pruebas convincentes, los organismos reguladores y las autoridades de la industria históricamente han restado importancia a estos riesgos.

Muchas regulaciones se basan en supuestos anticuados de que los RF-EMF son seguros a niveles típicos de exposición, ignorando la alta certeza de carcinogenicidad establecida en entornos de laboratorio.

Los críticos acusan a los reguladores de haberse basado en lineamientos formados por datos científicos obsoletos y grupos alineados con la industria, como la Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP).

Estas agencias han retrasado el reconocimiento, a menudo por décadas, citando falta de datos concluyentes, incluso cuando la comunidad científica ha acumulado evidencia sustancial en sentido contrario.

Este retraso deliberado o negligente ha resultado en una complacencia peligrosa, permitiendo la rápida implementación de redes 5G - una tecnología que amplifica exponencialmente la exposición RF-EMF.

Cada nueva ola de tecnología inalámbrica introduce más bandas de frecuencia, mayores niveles de potencia y redes más densas, lo que aumenta los riesgos potenciales para la salud de millones de personas en todo el mundo.

Las radiaciones telefónicas son "posiblemente" cancerígenas