Se está investigando el papel de las principales compañías de dominios de Internet en la difusión de la desinformación, principalmente las que se originan en Rusia. El interés de la investigacion incluye a empresas prominentes como Cloudflare, GoDaddy, Namecheap, NameSilo, Newfold y Verisign.
Los críticos sostienen que se está sentando las bases para un sistema gubernamental que inevitablemente podría usarse para reprimir el disenso en línea. La estrategia es notable por su ambición, eludiendo las redes sociales y buceando en los aspectos fundacionales de la web.
Los objetivos no son los supuestos proveedores de propaganda en sí mismos. El énfasis en la regulación de criptomonedas y los dominios anónimos, sienta las bases para una mayor supervisión legislativa. Lo que podría implicar a innumerables individuos, periodistas y empresas que dependen de estos recursos, para protegerse contra la vigilancia intrusiva.
La normalización de esa supervisión podría sentar un precedente peligroso, abriendo la puerta para examinar y, en última instancia, suprimir diversas formas de expresión.
Se está sentando las bases para la CENSURA EN LÍNEA controlando a los registradores de dominios
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