Estados Unidos acusa a Rusia de prepararse para cortar cables submarinos que transportan tráfico global de Internet, mientras que Rusia acusa a las potencias occidentales de prepararse para hacer lo mismo. Estos cables son vulnerables a cualquier superpotencia global.
Los funcionarios estadounidenses advierten del aumento de la actividad militar rusa en torno a cables submarinos clave, y creen que Rusia puede tener más probabilidades de llevar a cabo potenciales operaciones de sabotaje destinadas a desactivar una pieza crítica de la infraestructura de comunicaciones del mundo.
Rusia ha puesto cada vez más énfasis en la construcción de una unidad militar dedicada, conocida como la "Dirección Principal de Estado Mayor para la Investigación de Aguas Profundas", que despliega una flota de buques de superficie, submarinos y drones navales. Un aliado de Vladimir Putin ha acusado a Estados Unidos y el Reino Unido de intentar sabotear los cables de internet submarinos y desestabilizar el comercio de energía marítima.
Las posibles consecuencias de cortar los cables submarinos que conectan un país a Internet incluyen la interrupción de las comunicaciones, el impacto financiero, el impacto crítico en la infraestructura, el impacto en todo el país y los retrasos en la reparación. La economía se ha vuelto muy dependiente de internet, y si se cortara, se produciría un caos económico generalizado.
Los sistemas de pago, los cajeros automáticos, los lugares de trabajo y las instituciones educativas se verían afectados, y el comercio electrónico sufriría. La economía estadounidense se vería gravemente afectada, con el mayor desastre desde la II Guerra Mundial. Ya se ha sentado un precedente con los gasoductos Nord Stream, que entregaban gas ruso a Europa.
Si cortan los cables submarinos que conectan a Internet, ¿colapsará la economía global?
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