La Unión Europea (UE) se prepara para desplegar su billetera de identidad digital (EUDI), una plataforma diseñada para almacenar y compartir credenciales digitales como licencias de conducir y registros médicos.
El sistema se comercializa como una forma de reducir la burocracia y mejorar los servicios digitales transfronterizos. Sin embargo, los defensores de la privacidad y los expertos están preocupados por la posible extralimitación en la recopilación de datos y la manipulación de los usuarios.
Henk Marsman, investigador de la Universidad de Tecnología de Delft y consultor de SonicBee, argumentó que sin estrictas salvaguardias, la iniciativa corre el riesgo de permitir la recolección excesiva de datos por parte de empresas y gobiernos, socavando la privacidad que pretende proteger.
Henk advirtió que el control del usuario por sí solo no garantiza la privacidad, ya que las personas pueden ser fácilmente manipuladas por trucos de diseño, patrones oscuros o incentivos financieros.
La cuestión radica en los incentivos de las «partes dependientes», las empresas y los servicios que solicitan verificación de identidad, que a menudo operan con modelos basados en datos, creando una motivación integrada para exigir más datos de los estrictamente necesarios.
Los críticos argumentan que la centralización de datos confidenciales en una sola cartera digital plantea graves amenazas, incluyendo violaciones de seguridad, robo de identidad, actividades fraudulentas y acceso no autorizado. A pesar de estas preocupaciones, la UE ha desplegado la cartera EUDI.
La identidad digital de la unión europea, presenta severas preocupaciones
