Los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) son a menudo vistos como una alternativa al orden geopolítico global, y algunos afirman que cambiará el mundo, mientras que otros lo ven como una apertura potencial para un orden mundial más pacífico y seguro. Sin embargo, analistas más astutos están exponiendo cómo los países BRICS están implementando el mismo programa tecnocrático que los países fuera del BRICS.
La Elite Global está transformando el mundo en una tecnocracia planetaria poblada por esclavos transhumanos, lo que conduce a percepciones que se limitan a visiones de mundo de larga data que ven al mundo como estatista, capitalista o socialista. Esto pone de relieve la necesidad de una comprensión más profunda del orden geopolítico mundial y sus implicaciones.
El mundo geopolítico no gira en torno a los estados-nación soberanos, ya que ninguna nación es soberana y no puede ejercer autoridad independiente sobre todos sus asuntos. Este ha sido el caso desde la obra de 1966 del preeminente historiador Carroll Quigley, "Tragedia y esperanza: una historia del mundo en nuestro tiempo".
Los poderes del capitalismo financiero tenían como objetivo crear un sistema mundial de control financiero en manos privadas, dominando el sistema político y la economía de cada país. Este sistema era controlado por los bancos centrales que actuaban en acuerdos secretos, siendo el Banco de Pagos Internacionales en Suiza el principal.
Estos banqueros de inversión, también conocidos como banqueros «internacionales» o «comerciantes», permanecieron tras bambalinas en sus propios bancos privados, formando un sistema de cooperación internacional y dominio nacional que era más privado, poderoso y secreto que el de sus agentes en los bancos centrales.
Reconocer que los gobiernos y las instituciones internacionales son meramente una tapadera o «títeres de sombra» distrayendo de las bases reales del poder en el sistema mundial conducirá a un malentendido del sistema mundial y a la resistencia a la violencia y la injusticia.
El objetivo de la Elite es neutralizar la oposición a un programa asegurando que los oponentes potenciales no entiendan las reglas del juego y distraerlos con teatros como elecciones regulares y procesos político-partidarios.
Las recientes elecciones presidenciales estadounidenses sirven de ejemplo de esta distracción, con comentarios sobre cambios superficiales y el nombramiento de tecnócratas ricos. La Élite prefiere que los oponentes se centren en el «juego» equivocado y sin darse cuenta del verdadero campo de batalla.
El rápido avance de la tecnocracia planetaria, que incluye tecnologías invasivas como la identidad digital, las monedas digitales del Banco Central, el encarcelamiento hecho con geofencing, la vigilancia y el control de los movimientos, es un tema que esta siendo deliberadamente ignorado. Tecnologías como vacunas, inteligencia artificial, biología sintética y geoingeniería se están utilizando para reformular la vida planetaria en detrimento del público.
Los países BRICS, incluyendo Rusia, China e India, están todos bien avanzados en la implementación del programa tecnocrático de Elite. A pesar de los peligros electromagnéticos de la 5G, la identidad digital y los CBDC, estos países ya han implementado estas tecnologías.
Brasil, India y Sudáfrica tienen programas piloto avanzados o están en proceso de implementación. Los miembros más recientes de los BRICS, como Irán, también están involucrados en imponer la tecnocracia de Elite, con el despliegue de 5G, identidad digital y CBDC siendo impuestos rapidamente.
La amenaza que representan tecnologías invasivas como la identidad digital, las monedas digitales del Banco Central (CBDC), el encarcelamiento de geofencing en una «ciudad inteligente», la vigilancia mediante cámaras de reconocimiento facial y el control de los movimientos a través de tecnologías como geofencing, automóviles sin conductor, drones, robots y armas autónomas y electromagnéticas no se reconoce en gran medida.
En resumen, todos los gobiernos nacionales y sus aliados corporativos están involucrados en la construcción de la infraestructura tecnocrática que eventualmente esclavizará a los que quedan vivos en una prisión de «ciudad inteligente».
Todos ellos están trabajando en la construcción de una infraestructura tecnocrática esto se debe a la obsesión de la Elite Global por la violencia y la sumisión. El desarrollo de estos planes terminará matando a la mayoría de la población humana y utilizando varias tecnologías para esclavizar a los transhumanos que quedan sometiéndolos en un gulag digital.
El programa tecnocrático no tiene fronteras
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