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Orlando, Florida, aspira a convertirse en la «ciudad estadounidense lista para el futuro» asociándose con la firma de ingeniería VHB y la NASA para explorar la integración de taxis aéreos y coches voladores en su futuro.
La ciudad es una de las cinco entidades y la única que se asocia con la NASA en una serie de talleres de movilidad aérea. Mientras que los coches voladores, taxis aéreos o aviones con despegue y aterrizaje verticales eléctricos (eVTOL) aún están a años de estar disponibles, el enfoque prospectivo de Orlando refleja una realidad para las ciudades inteligentes.
Otras ciudades también están considerando planes de largo alcance para proyectos de construcción multianuales, como el Plan de Transporte de Largo Alcance 2045 de Miami, el Plan de Transporte de Texas 2050 y el Plan de Pittsburgh para 2070. Las ciudades deben evaluar los últimos avances en las ofertas de movilidad y considerar convertirse en una ciudad piloto para ayudar a configurar la aplicación de la tecnología.
Las ciudades no preparadas serán las últimas en obtener todos los beneficios de la nueva tecnología, y Orlando se está preparando para la movilidad aérea urbana previendo una red de almohadillas de aterrizaje para vehículos eVTOL.
La movilidad aérea urbana podría valer 115 mil millones de dólares en 2035, según un informe de Deloitte y la Asociación de Industrias Aeroespaciales. Ciudades como Los Ángeles, Houston y Miami pretenden capturar este mercado desarrollando vehículos voladores y promoviendo la sostenibilidad y la equidad.
Los Ángeles anunció su Urban Air Mobility Partnership en 2020, mientras que Houston ha sido un centro para las pruebas de Uber. El Paramount Miami World Center de Miami tiene un puerto de despegue y aterrizaje, y otras construcciones incluirán «SkyPorts» similares.
Pittsburgh lanzó su PGH 2070 Mobility Vision Plan en septiembre, considerando una gama de nuevos modos, incluyendo el transporte marítimo, góndolas y trenes de alta velocidad. La ciudad está en la posición correcta para pensar en el año 2070, ya que tiene un fuerte liderazgo y talento.
El plan 2045 de Miami prevé una ciudad donde la gente utilice trenes de alta velocidad, taxis aéreos y vehículos autónomos y conectados en las carreteras. El objetivo es complementar lo que ya está disponible y utilizar la nueva tecnología para llenar las lagunas.
Los planes de transporte de largo alcance de Miami han llevado a la «parálisis de análisis», con algunos defensores argumentando que estos planes pueden pasar por alto las necesidades de los viajeros. Los planes del condado para construir un monorraíl entre Miami y Miami Beach pueden requerir que los pilotos cambien de modo, creando una red ferroviaria «fragmentada».
La tensión entre el deseo de mantenerse por delante de la nueva tecnología y satisfacer las necesidades actuales puede ser un desafío para algunas agencias. Los líderes municipales deben considerar todo el sistema para entender qué modos resuelven los desafíos y llenar las lagunas.
Los vehículos autónomos siguen en fase de prueba, pero las ciudades que han trabajado en tecnología autónoma han atraído algunos proyectos piloto. El proyecto de ley de infraestructura de $1.1 billones dedica $110 billones a carreteras, carreteras y puentes, destacando la necesidad de mejores opciones de transporte.