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Soul Machines, una empresa con sede en Nueva Zelanda, está diseñando humanos digitales impulsados por IA para varios propósitos, incluyendo servicio al cliente, videos promocionales y educación. El cofundador Greg Cross planea crear una «fuerza de trabajo digital» para un metaverso potencial, permitiendo a la IA aprender de sus interacciones con personas reales.
La gente digital de la compañía funciona con Humans OS 2.0, una «Plataforma de Animación Autónoma» con un cerebro digital que permite a la IA aprender de sus interacciones con personas reales. Cross espera que la IA pueda satisfacer las necesidades futuras de los humanos de carne y hueso, tanto dentro como fuera del metaverso, o incluso duplicarlas.
Sin embargo, crear personas digitales con la capacidad de aprender con el único propósito de trabajar para seres humanos reales plantea preguntas éticas. Crear personas digitales inteligentes podría ser similar a la esclavitud o servidumbre indentificada, y podría crear una nueva estructura de clases de seres humanos de IA. Cross sigue siendo optimista, afirmando que la tecnología siempre ha sido utilizada para cosas buenas y malas, reflejando la condición humana.