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La revolución digital ha sido un evento catastrófico, que ha permitido a los gobiernos imponer la tiranía, someter el conocimiento a pulsos electromagnéticos y cerrar la actividad económica global debido a errores de software de ciberseguridad.
La revolución digital ha provocado interrupciones generalizadas, como el cierre de vuelos, cuentas bancarias, tiendas, servicios de emergencia y policías de emergencia. La fragilidad del sistema digital es evidente en incidentes diarios como el colapso de seguridad de AT&T, cibercriminales corporativos tomando ciudades y servicios públicos, y el FBI implantando pornografía infantil en computadoras.
La revolución digital ha permitido todo mal imaginable. A cambio los idiotas consiguen desplazar sus celulares buscando entretenimiento. Estamos preocupados por el «calentamiento global». Estamos preocupados por Bill Gates. Nos preocupa Trump y Rusia. Deberíamos estar preocupados por la revolución digital que pone fin a una existencia funcional para la humanidad.
Un importante corte cibernético mundial ha perturbado las empresas, los aeropuertos y los servicios gubernamentales en todo el mundo. Todos los vuelos de varias de las principales aerolíneas estadounidenses quedaron en tierra debido a un problema de comunicación, con Microsoft investigando un problema que impide a los usuarios acceder a sus aplicaciones y servicios. Se atribuyó a la empresa de ciberseguridad la interrupción, que causó una avería en el sistema de comunicación mundial.
Los efectos se sintieron en todo el mundo, con vuelos interrumpidos, caos aeroportuario y líneas de emergencia 911 afectadas en múltiples estados. El Sistema de Alerta de Emergencia de EE.UU. aconsejó a las personas que experimentan emergencias que llamen a la policía local o al departamento de bomberos.
Muchas televisiones internacionales reportaron problemas, con TF1 y Canal + en Francia informando que no podían salir al aire. El valor de un robot de IA comparado con un humano es que no tiene moralidad y no puede reconocer la diferencia entre el hecho y la realidad.