La tecnología de reconocimiento facial se está utilizando en tiendas de forma progresiva para detectar fraudes y robos, a pesar de la oposición de unos pocos consumidores consientes de la amenaza a la privacidad.
Mientras que grandes corporaciones como Amazon con sus tiendas inteligentes se benefician del reconocimiento facial, los minoristas son perjudicados ya que la tecnología no ofrece beneficios inmediatos a los consumidores.
Una encuesta realizada por Piplsay reveló que el 40% de los encuestados desconocía la tecnología, mientras que el 60% sabía que se estaba desplegando.
El apoyo al reconocimiento facial fue del 42%, mientras que el 38% fue contrario. Los críticos sostienen que es una invasión de la privacidad y puede ser inexacta o discriminatoria.
Los encuestados también sugirieron que las tiendas deben informar a los clientes con antelación sobre el seguimiento y proporcionar una manera de optar por la exclusión.
Muchos no son conscientes de que están siendo rastreados con reconocimiento facial mientras compran
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