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Un nuevo estudio publicado en BMJ Mental Health sugiere que desarrollar una mentalidad resistente puede ayudarle a vivir más tiempo. La resiliencia psicológica, o dureza mental, es un factor importante en la salud mental y el bienestar. El estudio, dirigido por investigadores de la Universidad Sun Yat-sen en China y el Karolinska Institutet en Suecia, examinó datos de más de 10.000 estadounidenses de 50 años o más que participaron en el Estudio de Salud y Jubilación entre 2006 y 2008.
Los investigadores encontraron que las personas con niveles más altos de resiliencia psicológica tenían un riesgo significativamente menor de morir durante el período de estudio en comparación con las personas con menores puntuaciones de resiliencia.
El efecto protector de la resiliencia siguió siendo fuerte incluso después de contabilizar varios factores que podrían influir en el riesgo de mortalidad, como la edad, el sexo, la raza, el índice de masa corporal, las condiciones crónicas de salud y comportamientos relacionados con la salud como el tabaquismo y la actividad física.
Las personas resilientes pueden estar mejor equipadas para manejar el estrés, mantener comportamientos saludables y buscar atención médica cuando sea necesario. La resiliencia no es un rasgo fijo y puede desarrollarse y fortalecerse con el tiempo a través de técnicas como terapia cognitivo-conductual, prácticas de atención plena y estrategias de manejo del estrés.
Un estudio ha encontrado que cultivar la resiliencia psicológica puede ser una estrategia valiosa para promover el envejecimiento saludable y prolongar la vida. Esto es particularmente relevante en la era actual donde las personas viven más tiempo pero a menudo enfrentan múltiples condiciones de salud crónicas.
El estudio utilizó datos del Estudio de Salud y Jubilación, un estudio a largo plazo de adultos mayores en los Estados Unidos, y encontró que las puntuaciones de resiliencia más altas se asociaban consistentemente con un menor riesgo de muerte. Sin embargo, se necesita más investigación para entender exactamente cómo la resiliencia influye en la longevidad y desarrollar intervenciones eficaces para impulsar la resiliencia en diversas poblaciones.
Una mentalidad resistente puede ser más importante que la dieta para vivir
