La oposición a los medidores "inteligentes" de servicios públicos ha estado en curso desde su implementación, con altos costos asociados con la compra, instalación y reemplazo forzados sobre los clientes.
A pesar de los problemas asociados con estos medidores, como incendios, explosiones y riesgos para la salud, su despliegue ya ha alcanzado el 65% en muchos estados.
Planes de Transformación de Redes, preven una amplia reestructuración de la red eléctrica para integrar más tecnología solar, eólica y de almacenamiento de baterías. El plan cubre $666.5 millones en gastos de capital para 2022 y 2023.
La propuesta modificada incluye incentivos para que los clientes reduzcan el uso de electricidad en momentos de alta demanda y un calendario para implementar esas tarifas en todo el sistema. Se prevé el despliegue completo de "redes inteligentes" para millones de clientes residenciales en 2024.
