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El gobierno australiano está considerando abandonar las acciones legales contra la desinformación, una medida considerada como un resultado positivo para la seguridad en línea, particularmente para los niños. Las Naciones Unidas también están presionando para purgar plataformas en línea de narrativas consideradas desinformación.
Australia lidera el empuje global de la censura digital, con amenazas de imponer identificaciones digitales y desarrollar un cortafuegos al estilo chino alrededor del acceso a internet. La ex primera ministra neozelandesa Jacinda Ardern, que tiene dos becas de Harvard relacionadas con la desinformación en línea, también es un actor importante en el empuje de la censura digital.
La participación académica estadounidense en el impulso de censura en línea es una advertencia de la magnitud del ataque. Si el contenido en línea es capturado por intereses creados, la era de la libertad de expresión estará al final, independientemente de las garantías constitucionales.