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El duro problema de la conciencia, que ha desconcertado a la gente durante milenios, es un misterio que permanece sin resolver. La capacidad del cerebro para crear conciencia es un fenómeno físico, relativista, y sigue siendo un misterio en cuanto a cómo crea pensamientos, sentimientos, imágenes mentales y un mundo interno detallado. El Dr. Nir Lahav, físico de la Universidad Bar-Ilan en Israel, cree que nuestra experiencia consciente no puede surgir del cerebro ni de ningún proceso físico.
El Dr. Zakaria Neemeh, un filósofo de la Universidad de Memphis, sugiere que nuestras experiencias conscientes son una representación de nuestros sentimientos, no el sentimiento en sí. Esto significa que no podemos reducir la experiencia consciente a cualquier actividad cerebral, sino sólo encontrar correlaciones con estas experiencias. A pesar de más de 100 años de neurociencia, hay pruebas sólidas de que el cerebro es responsable de la creación de nuestras capacidades conscientes.
El duro problema de la conciencia sigue sin resolverse, y una nueva teoría física propuesta por el Dr. Lahav y el Dr. Neemeh pretende resolver este problema cambiando nuestras suposiciones sobre la conciencia y asumiendo que es un fenómeno relativista. La teoría sugiere que la conciencia debe ser investigada usando las mismas herramientas matemáticas usadas para otros fenómenos relativistas conocidos.
La teoría de la relatividad explica cómo el concepto de conciencia es un fenómeno relativista. Sugiere que los observadores, Alice y Bob, tienen diferentes marcos de referencia, resultando en diferentes mediciones del mismo fenómeno. Por ejemplo, Bob mide el cerebro de Alice mientras siente felicidad, observando el mismo fenómeno desde diferentes puntos de vista. Sin embargo, sus marcos cognitivos de referencia difieren.
Para que Bob observe la actividad cerebral, utiliza medidas de sus órganos sensoriales, resultando en el sustrato que causa la actividad cerebral – neuronas. En su marco cognitivo, Alicia sólo tiene actividad neuronal que representa su conciencia, sin ningún signo de su experiencia consciente real. Por otro lado, Alice mide su actividad neuronal directamente mediante la interacción entre partes de su cerebro, resultando en un tipo diferente de propiedad física llamada experiencia consciente.
La teoría también sugiere que si la dinámica de la actividad neuronal de Bob pudiera ser cambiada para ser como la de Alice, ambas estarían en el mismo marco cognitivo de referencia y tendrían las mismas propiedades físicas. Esto se debe a que la teoría plantea que el cerebro no crea nuestra experiencia consciente, sino que es un resultado de la medición física. Esta teoría sugiere que el concepto de conciencia es un fenómeno relativista, y que las propiedades físicas del cerebro están influenciadas por la forma en que medimos y percibimos el mundo que nos rodea.