El uso de IA perjudica el rendimiento

1. La IA ha sido promovida infundadamente
2. Creían que mejoraría el rendimiento
3. Solo es útil de forma suplementaria

La IA es vendida como un avance

El advenimiento de las herramientas de inteligencia artificial (IA) ha generado un entusiasmo infundado dentro del sector tecnológico, con muchos defensores anunciando estas innovaciones como avances transformadores que revolucionarán el desarrollo de software y las prácticas laborales. Sin embargo, la evidencia empírica reciente desafía la noción de que las herramientas de IA pueden suplantar o aumentar significativamente a los desarrolladores y trabajadores humanos.

En particular, un estudio exhaustivo realizado por el Model Evaluation & Threat Research (METR) arroja luz sobre el impacto real de las herramientas de codificación de IA en desarrolladores experimentados, revelando que estas herramientas pueden, contrariamente a las expectativas populares, obstaculizar la productividad en lugar de mejorarla.

A pesar de la narrativa, la IA perjudica el rendimiento

El estudio METR analizó meticulosamente el rendimiento de ingenieros de software experimentados que utilizan plataformas de codificación asistidas por IA. Los resultados son obvios para cualquiera que realmente sabe el funcionamiento de este tipo nuevo de software, ya que en lugar de lograr un pronosticado aumento del 24% en la velocidad de desarrollo, los profesionales experimentados experimentaron una desaceleración media de aproximadamente el 19%.

Parece que la IA, en su forma actual, funciona más como una ayuda suplementaria que como un reemplazo para desarrolladores calificados, a menudo introduciendo malinterpretaciones que llevan a la necesidad de supervisión adicional que finalmente obstaculiza el progreso.

A pesar de estos hallazgos empíricos, persiste una narrativa generalizada - a menudo propagada a través del marketing de la industria, narrativas de medios y propaganda corporativa - que AI representa un salto monumental hacia adelante en el progreso tecnológico y encarna la inteligencia «real» comparable a la cognición humana.

Sin embargo, es crucial distinguir entre la representación de la IA como una forma de inteligencia genuina y la realidad: las herramientas de IA son sistemas de software fundamentalmente diseñados y programados por humanos.

Carecen de conciencia o comprensión genuina; en cambio, operan basándose en algoritmos entrenados en vastos conjuntos de datos, produciendo resultados que a pesar de ser impresionantes pero que en última instancia son derivados y limitados.

La persistente promoción de la IA como portadora de un progreso sin precedentes tiene origen en la propaganda, sirviendo para vender la idea de que estas herramientas son transformadoras y universalmente beneficiosas.

El uso de IA perjudica el rendimiento