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Articulo titulado «Es mejor que tengas cuidado: el estado de vigilancia tiene una lista de sospechosos, y estás en ella» Por John W. Whitehead y Nisha Whitehead
Santa Claus ya no depende de los elfos tradicionales para saber cuándo la gente está durmiendo o despierta y si han sido buenos o malos. Con los poderes ilimitados del gobierno, incluyendo tiranos tecnológicos, centros de fusión, Santa ahora puede obtener informes en tiempo real sobre quién ha sido bueno o malo este año.
Herramientas como pasaportes de salud digitales, escuadrones caninos detectores de virus y software de reconocimiento facial se están utilizando para rastrear los movimientos, gastos y círculos sociales de las personas. Los pasaportes de salud digitales restringen el acceso a viajes y entretenimiento basados en el estado de la vacuna.
El software de reconocimiento facial permite al gobierno y a los socios corporativos identificar y rastrear los movimientos de las personas en tiempo real, mientras que el software biométrico se está convirtiendo en el estándar para navegar por líneas de seguridad y eludir bloqueos digitales.
Los científicos también están desarrollando láseres que pueden identificar y inspeccionar a las personas según sus latidos, aroma y microbioma.
Los avances en la vigilancia conductual han llevado a la creación de industrias que predicen el comportamiento basado en datos y patrones de vigilancia. Uno de esos sistemas utiliza inteligencia artificial para predecir disturbios masivos y eventos públicos no autorizados.
La vigilancia del consumidor, que implica rastrear y compartir datos con fines de lucro, se ha convertido en una industria de 300.000 millones de dólares.
También se están rastreando las actividades de los medios sociales, con agencias gubernamentales invirtiendo y confiando en tecnologías de vigilancia corporativa para extraer discursos protegidos constitucionalmente en plataformas como Facebook, Twitter e Instagram.
Esta obsesión con las redes sociales como forma de vigilancia puede tener consecuencias aterradoras en el futuro, ya que los algoritmos pueden apuntar a usuarios con confesiones vergonzosas o sentidos cuestionables del humor.
Los teléfonos celulares se han convertido en una fuente de datos digitales de localización, lo que permite a la policía realizar vigilancia masiva sin una orden judicial. Los lectores de matrículas pueden fotografiar más de 1.800 números de matrícula por minuto, almacenar los datos en una base de datos y compartirlos con las fuerzas del orden y empresas privadas.
En una era de sobrecriminalización, vigilancia masiva y falta de derechos de privacidad, todos pueden ser considerados culpables de alguna transgresión.
Es mejor que tengas cuidado: el estado de vigilancia tiene una lista de sospechosos, y estás en ella
You’d Better Watch Out: The Surveillance State Has a Naughty List, and You’re On It – Activist Post
Thanks to the govt’s almost limitless powers courtesy of techno-tyrants, fusion centers and Peeping Toms, Santa can get real-time reports.
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