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El Pentágono está considerando usar tecnología de IA, incluyendo drones, aviones no tripulados y cuadrópteros, para enfrentar futuras batallas en entornos urbanos masivos. En noviembre, un solo humano dirigió un enjambre de 130 robots en Fort Campbell, Tennessee, explorando los edificios simulados del Cassidy Range Complex.
El ejercicio fue parte del programa OFFensive Swarm-Enabled Tactics (OFFSET) de DARPA. Si el experimento se puede replicar fuera de los ajustes controlados, sugiere que la gestión de enjambres en guerra podría ser tan fácil como el punto y hacer clic para los operadores en el campo.
El operador de enjambre dirigió 130 vehículos en el mundo físico y 30 drones simulados que operan en el entorno virtual. La IA enjambre rastreó estos drones virtuales como apariciones de código puro, volando en formación con los drones físicos y maniobrando alrededor como si realmente existieran en el espacio físico.
Para la persona que dirige el enjambre, toda la gama de robots apareció como un juego de estrategia de realidad virtual, mapeado en el mundo real. Usando un auricular Microsoft VR, el operador interactuó con una interfaz 3D VR con una vista de mesa de arena, similar a una vista de juego de estrategia en tiempo real.
El enjambre IA, recibiendo órdenes y procesando información de sensores, era el intermediario entre el control humano y el movimiento de robots en el espacio físico. Se ha desarrollado un nuevo enfoque para la exploración de drones, permitiendo a un piloto dedicado controlar docenas de robots usando un auricular VR. Este cambio en la relación piloto-drone permite la captura de información en tiempo real y el relé a los soldados sobre el terreno.
El enjambre operaba usando aviones teledirigidos personalizados de Johns Hopkins Applied Physics Lab, robots de ruedas pequeñas de Aion Robotics y cuatro tipos de cuadrópteros. Todos los robots eran modelos comerciales o modelos personalizados construidos a partir de piezas comerciales fuera del estante, trabajando juntos a través de software dedicado.
El costo del enjambre fue de unos 2.000 dólares por cada robot en él. Los seis tipos de robots reportaron información de telemetría entre sí, permitiendo al enjambre colaborar en los trayectos de vuelo en tiempo real. El procesamiento automatizado en plataformas permite interacciones de enjambre, pero también puede conllevar un riesgo significativo de error.
La operación del enjambre permite un cambio significativo en el conocimiento del campo de batalla. Se utilizaron robots equipados con módems LTE en un ejercicio de campo para comunicarse entre sí y con operadores humanos. Se creó una torre celular LTE para permitir a los robots compartir ubicación con el Kit de asalto táctico de Android (ATAK), un programa que envía información relevante para la batalla a los soldados en el campo.
Los observadores de seguridad en la gama recibieron el tráfico de enjambre y fueron alertados si algo se acercaba demasiado a ellos. Este método permitió a los soldados conocer rápidamente la ubicación del dron a la gente en el campo, lo que podría ser crucial en escenarios de la vida real donde los enjambres se mueven en apoyo de la batalla.
Como el Pentágono espera que futuras batallas tengan lugar en entornos urbanos masivos, la conciencia de la situación podría ser crucial para la supervivencia de los escuadrones. Sin embargo, los auriculares VR pueden causar cambios de comportamiento, problemas de equilibrio, problemas cognitivos, problemas oculares, dolores de cabeza, irritación de la piel y otros problemas de salud.
A pesar de estas preocupaciones, los auriculares VR, AR y MR se promueven cada vez más para diversos fines, como la agricultura, la educación, la formación médica, de empleados y militar, y el uso recreativo.