privacyinternational.org
Clearview AI, una compañía de vigilancia en línea, ha ofrecido sus servicios al ministerio de defensa ucraniano en medio de la guerra en curso entre Rusia y Ucrania. La compañía recopila todas las fotos encontradas en Internet pública, las ejecuta a través de su algoritmo de reconocimiento facial y las almacena en su base de datos buscable.
A continuación, vende acceso a su base de datos a varios clientes, incluidas las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley. Esta colección indiscriminada de fotos e información personal sin el conocimiento o consentimiento de la gente amenaza los derechos y libertades de todos en línea y fuera de línea.
La empresa se ha enfrentado a denuncias legales en cinco países, lo que ha dado lugar a varias decisiones que consideran que ha violado las leyes de protección de datos y que amenazan el ejercicio de los derechos humanos fundamentales. Las autoridades de protección de datos de Canadá, Australia, el Reino Unido, Francia e Italia han emitido conclusiones de incumplimiento y han ordenado a Clearview que elimine todas las fotos recogidas de personas en sus territorios.
Algunas autoridades también han considerado ilegal que la policía utilice la tecnología de Clearview, en particular Suecia, Canadá y Bélgica. Los riesgos y peligros del reconocimiento facial y la vigilancia en línea han sido ampliamente ventilados, y en un contexto de guerra, las consecuencias potenciales serían demasiado atroces para ser toleradas.
El uso de esta tecnología en un contexto de guerra no tiene precedentes, y Clearview no ha dado garantías de si han pensado en los riesgos. La creciente represión contra la disidencia en Rusia demuestra por qué las tecnologías de vigilancia masiva son una amenaza para la democracia y por qué deben ser controladas.