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China y Rusia han revelado una visión para un nuevo orden mundial, centrándose en fortalecerse mutuamente en disputas con Estados Unidos y sus aliados mientras cooperan en varios frentes económicos y diplomáticos.
El secretario general chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin emitieron una declaración conjunta que pronostica la transformación de la arquitectura de gobernanza global y el orden mundial. Esta transformación podría convertirse en un desafío integrado al poder estadounidense, con Moscú y Beijing centrándose en el estado de derecho, la libertad, la justicia y el respeto de los derechos de los débiles.
La declaración conjunta China-Rusia tiene por objeto defender los resultados de la Segunda Guerra Mundial y el orden mundial existente en la posguerra, defender la autoridad de las Naciones Unidas y la justicia en las relaciones internacionales, La declaración también condena las acciones encaminadas a negar la responsabilidad por las atrocidades de los agresores nazis y los invasores militaristas.
La declaración China-Rusia sugiere que Rusia y China se están alineando en cuestiones relacionadas con las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, como la Crimea anexionada de Ucrania y la desestabilización de la región de Donbas. La declaración también incluye la alineación en dos puntos candentes, la Iniciativa Cinturón y Carretera de Xi y el impulso de Putin por garantías de seguridad en Europa.
En la declaración también se esboza un enfoque en la construcción de la Asociación Euroasiática, cuyo objetivo es fomentar las asociaciones regionales y los procesos de integración bilateral y multilateral en beneficio de los pueblos del continente euroasiático.
Sin embargo, Putin puede permanecer incómodo con el desequilibrio de poder entre Moscú y Pekín. Tanto Putin como Xi entienden el concepto de poder blando y persuasión, pero no pueden obligar a otros países a seguirlos.