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China lidera la publicación de investigaciones sobre vigilancia visual de poblaciones, un segmento controvertido de la biométrica, según la meta-investigación de la Universidad de Georgetown.
La investigación de China sobre vigilancia visual es uno de los pequeños componentes de un mercado mundial de infraestructura de crédito social basado en la biométrica que se prevé alcance los 16.100 millones de dólares en tres años.
El informe del mercado sugiere que las cámaras y otros equipos ópticos representarán 723 millones de dólares de ingresos procedentes del crédito social para 2026.
La recompensa se puede ver en las ventas chinas de sistemas de vigilancia visual en Irán, donde Tiandy, con sede en China, está vendiendo sistemas al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, o Sepâh.
Tiandy, con ventas anuales de $688 millones en 2020, ha participado en múltiples proyectos en Irán y puede ser el único fabricante chino de productos de vigilancia visual con presencia física en Irán vendiendo al gobierno.
La compañía ha firmado un contrato de asociación de cinco años con un distribuidor iraní para vender sistemas de vigilancia visual.