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Serve Robotics, un spinout de Uber que construye robots de reparto de aceras, está desplegando su próxima generación de robots capaces de completar algunas entregas comerciales sin un humano en el bucle. Esto significa que en ciertos dominios de diseño operacional o áreas geofenciadas, Serve no dependerá de operadores remotos para teleasistentar robots o seguidores para rastrearlos por seguridad.
Este hito es un paso hacia el progreso en las entregas robóticas, ya que la mayoría de las empresas del sector dependen de operadores remotos para monitorear entregas autónomas y asumir la conducción en caso de que el robot se detenga o necesite ayuda.
La próxima generación de robots de Serve comenzó a desplegarse en diciembre y recientemente completó su primera entrega en el nivel 4 de autonomía, que SAE define como un sistema que puede conducir de forma autónoma mientras se cumplan ciertas condiciones y no requiera que un humano asuma la conducción. Actualmente, los robots tienen capacidades L4 en algunos barrios de Los Ángeles, como Hollywood, donde Serve opera desde 2018.
Los nuevos robots de Serve están equipados con sensores activos como ultrasónicos y sensores lidares de Ouster, y sensores pasivos como cámaras para ayudar a navegar por las concurridas aceras. Los cálculos necesarios para producir estas capacidades en tiempo real están impulsados por la plataforma Jetson del fabricante de chips Nvidia, diseñada específicamente para robots y otras máquinas autónomas.