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Eurostar, un servicio de pasajeros de alta velocidad que une Londres con París, Bruselas y Amsterdam, está probando la tecnología de reconocimiento facial utilizando datos biométricos de los pasajeros.
La compañía se ha asociado con iProove para desarrollar la tecnología, que se utilizará en el carril SmartCheck para el pasaporte y los cheques de billetes. Los pasajeros serán sometidos a dos exploraciones faciales antes de registrarse y enviar una foto de su rostro.
El sistema está dirigido a acelerar el embarque, mejorar la satisfacción del cliente y reducir la transmisión de virus durante la pandemia. Sin embargo, el reconocimiento facial es controvertido debido al uso indebido potencial y la vigilancia masiva invasiva.
En el Reino Unido, la vigilancia del reconocimiento facial afecta a millones de personas, y la Oficina del Comisionado de Información ha multado a Clearview AI por violar actos de protección de datos