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globalresearch.ca
La naturaleza en la sociedad "comuno-capitalista", es un proceso dialectico de destrucción creativa, donde los nuevos mercados y el desarrollo organizacional revolucionan constantemente la estructura económica. El progreso tecnológico es una amenaza para la estabilidad, ya que proporciona medios más eficientes para retroceder en materia moral y cultural, causando deshumanización.
Albert Einstein, por ejemplo, comparó la civilización con un hacha en la mano de un criminal patológico. La inteligencia artificial (IA) representa una amenaza de un reemplazo gradual de los humanos por robots inteligentes.
Estos avances tecnológicos tienen el potencial de aumentar profundamente las economías, empresas y sociedades nacionales, ya que las nuevas inversiones de capital sustituyen a las inversiones obsoletas y algunas categorías de trabajadores son reemplazadas por máquinas inteligentes.
Las aplicaciones de IA crearán ganadores y perdedores en varios campos, incluyendo economía, política, geopolítica, asuntos sociales, biología, artes y conflictos militares. Es crucial evaluar si los ganadores serán más numerosos que los perdedores, con un pequeño número de operadores exitosos y un gran número de desplazados.
Las consecuencias de sistemas de IA como ChatGPT, Copilot o Géminis de Nvidia podrían aumentar las disparidades de ingresos y riqueza. Los estados planean usar robots y drones controlados por IA para librar futuras guerras. Los efectos económicos de la IA y las cuatro revoluciones industriales desde 1760 pueden clasificarse en ciclos económicos a corto, mediano y largo plazo.
La primera revolución industrial (1760-1870) experimentó un crecimiento de la producción y el consumo más rápido que la población, seguida de la segunda revolución industrial (1870-1914) y la tercera revolución industrial (1930-2010), caracterizada por la energía nuclear y la era de la información.
Se espera que la cuarta revolución industrial, surgida de las aplicaciones de IA, tenga una aceptación y madurez gradual a lo largo de varias décadas. El FMI y Goldman Sachs han estimado que el 40% de los empleos en todo el mundo podrían verse afectados por la IA, principalmente en el sector de servicios terciarios. Los sistemas de inteligencia artificial podrían reemplazar o influir en los trabajos de finanzas, educación, salud, medicina, ingeniería, administración, cibernética y videojuegos.
Un estudio de Goldman Sachs estimó que la IA podría reemplazar el 7% de los empleos actuales, principalmente los trabajadores de oficina y de cuello blanco, en los próximos años. Sin embargo, el 63% del total de los puestos de trabajo podría ser complementario a la IA, beneficiándose del aumento de la productividad y de la importancia cada vez mayor.
La revolución de la IA plantea interrogantes y preocupaciones sobre su potencial de confusión y regresión civilizatoria. No está claro si podrían convertirse en poderosas fuerzas de control, deshumanización y esclavización.
Se espera que la revolución digital de la IA evolucione y encuentre nuevas aplicaciones, planteando más preguntas que dando respuestas. Los países y economías que no adoptan IA pueden enfrentar dificultades económicas y disparidades de riqueza.
La revolución digital de la inteligencia artificial: destrucción creativa económica beneficiosa o deshumanización sistémica
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