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Los científicos están sugiriendo cada vez más que un «botón de sentirse bien» podría convertirse en una realidad en un futuro cercano. La investigación de experimentos clínicos o médicos indica que la polémica tecnología ya está en camino.
Los expertos creen que la estimulación neuronal hecha puramente con fines recreativos será posible y será un éxito con el público. Tim Bruns, ingeniero biomédico de la Universidad de Michigan, cree que el uso recreativo de la estimulación eléctrica ya está sucediendo, y es probable que siga una versión recreativa y amigable para el consumidor.
Los dispositivos de neuroestimulación pueden ofrecer varios beneficios a los consumidores, como masajes musculares, aumentos de dopamina e incluso una sonda eléctrica en el cerebro que te hace feliz. Por ejemplo, se ha utilizado un implante neural para tratar la depresión grave de una paciente, permitiéndole reír espontáneamente y sentir alegría por primera vez en años.
A medida que la tecnología de interfaz cerebral se hace más avanzada y ampliamente disponible, no hay razón por la que un dispositivo de este tipo no podría convertirse en un gadget de consumo también.Sextech, una tecnología que podría beneficiar a personas con discapacidades o dificultades sexuales, es probable que se popularice, pero persisten las preocupaciones sobre su impacto en la intimidad y la forma en que las personas abordan el sexo.
Los expertos están de acuerdo en que se deben mantener conversaciones antes de mejorar el tamaño del electrodo, la resistencia de la batería y la seguridad de los implantes. A medida que las personas se sienten más cómodas con la implantación de tecnología en sus cuerpos, es más probable que estén abiertas a nuevas posibilidades.
Sin embargo, a medida que la tecnología como un botón de sentirse bien se vuelve factible y segura, las personas pueden correr un mayor riesgo de volverse hacia adentro, lo que conlleva riesgos potenciales para la salud pública.
Alternativamente, una sociedad donde la gente pueda disfrutar de la tecnología que busca placer puede prevenir este problema, ya que incluso las ratas prefieren las conexiones sociales sobre la heroína.