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Una pareja noruega descubrió una tumba vikinga de 1.000 años debajo de su casa mientras instalaba aislamiento. Los arqueólogos creen que viven por encima de la tumba, ya que descubrieron un hacha vikinga y una perla de cristal.
El descubrimiento fue reportado al gobierno local, y el arqueólogo Martinus Hauglid confirmó que la tumba era probablemente de la Edad de Hierro o Edad Vikinga. Las cuentas y el hacha han sido enviados al Museo Tromsø, y un equipo de arqueólogos actualmente está investigando más en la casa de la pareja.
Los entierros de vikingos se han vuelto importantes para la comunidad científica de la creación, ya que un misterio de entierro vikingo se resolvió reconociendo que la metodología uniformitaria utilizada para la datación por radiocarbono (Carbono-14) era deficiente, produciendo resultados erróneos.
Esto se debió a suposiciones injustificadas que los evolucionistas estaban haciendo acerca de esqueletos que recibieron estimaciones de edad que erraron por siglos. Las pruebas de radiocarbono no pueden proporcionar resultados de datación únicos que sean confiables, excepto registros significativos sobre la dieta humana durante su vida.
El uso de una metodología científica adecuada es crucial en materia de ciencia de la creación, ya que los acontecimientos únicos del pasado no pueden conocerse adecuadamente sólo mediante experimentos científicos empíricos.
La datación por radiocarbono puede hacer algunas conjeturas y puede ser algo exacta a dentro de 200 años, pero sin saber algo sobre la dieta del difunto, las estimaciones de carbono-14 sobre la edad del habitante humano de un esqueleto en descomposición son sólo conjeturas borrosas.