activistpost.com
El Foro Económico Mundial (FEM) ha identificado la desinformación como las mayores amenazas para la humanidad, con información falsa que podría afectar las elecciones, los procesos democráticos y la cohesión social.
Las Naciones Unidas (ONU), su socio estratégico en la promoción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible centrada en el clima, también ha expresado su preocupación por los riesgos potenciales de que la desinformación a gran escala socave los hechos científicamente establecidos.
El Secretario General António Guterres declaró en un informe de política de la ONU de junio de 2023 que la capacidad de difundir desinformación a gran escala representa un riesgo esencial para la humanidad y pone en peligro las instituciones democráticas y los derechos humanos fundamentales.
Los planes, actividades y gastos de la Agenda 2030 de la ONU se basan en la creencia de que enfrentamos una crisis climática existencial causada por la actividad humana y las peligrosas emisiones de gases de efecto invernadero, en particular el dióxido de carbono (CO2). Verificada, una iniciativa conjunta de la ONU y Purpose, tiene como objetivo responder a la desinformación sobre «crisis intersectoriales como COVID-19 y cambio climático».
Los planes, actividades y gastos de la Agenda 2030 de la ONU se basan en la creencia de que el cambio climático está ocurriendo, causado por la actividad humana, y que las tecnologías de energía limpia producen mucha menos contaminación de carbono que los combustibles fósiles. Verificado, una ONG mundialista, ha destacado la amenaza de los medios sociales para la ciencia climática y las iniciativas de la ONU, particularmente Twitter/X.
Cualquier desacuerdo con la narrativa climática establecida amenaza el avance de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. La ONU, a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS), participa en la desinformación al continuar promoviendo las vacunas COVID-19 como seguras y eficaces, a pesar de su probada ineficacia y daño. El informe cita que los negadores del clima y sus plataformas retrasan la acción urgente para asegurar un futuro habitable para el planeta.
Los globalistas quieren la conformidad con respecto al cambio climático e irán hasta extremos extremos para marginar, censurar y desacreditar a los disidentes. Reconocen que controlar la información puede llevar a mayores niveles de autoritarismo, vigilancia, censura y erosión de los derechos humanos, pero parecen dispuestos a pasar por alto estas ofensas para proteger su agenda climática.
Un informe reciente del Centro para Contrarrestar el Odio Digital (CCDH) afirma que han surgido nuevas formas de negación del clima, sosteniendo que los impactos del calentamiento global son beneficiosos o inofensivos, las soluciones climáticas no funcionarán, y la ciencia del clima y el movimiento climático no son confiables. Los intentos de la ONU de aplastar la oposición a la narrativa climática traiciona su misión y revela tendencias autoritarias.
The Climate Change Denial and Skepticism (CCDH) ha utilizado un modelo basado en IA llamado CARDS para analizar transcripciones de vídeo de YouTube de 96 canales conservadores, incluyendo BlazeTV, Jordan Peterson y el Instituto Heartland. La CCDH está preocupada por que las empresas de medios sociales no hagan lo suficiente para combatir la negación del clima y quiere eliminar los beneficios financieros de difundir declaraciones teóricas de conspiración. Recomiendan demonizar y desamplificar el contenido de New Denial, que elimina los incentivos económicos y protege a los anunciantes de contenidos dañinos.
La encuesta de CCDH sobre el uso de las redes sociales encontró que 43% de los adultos y 56% de los adolescentes que reportan alta actividad en las redes sociales expresaron su acuerdo con las declaraciones de teoría de conspiración, destacando la necesidad de priorizar la integridad de la información en la formulación de políticas climáticas. Sin embargo, el modelo CARDS es sólo hasta un 78% preciso, no pudo realizar comprobaciones de hechos y la falta de puntuación causó resultados sesgados.
La CCDH ha producido informes que incitan a la censura contra aquellos con quienes no están de acuerdo, lo que lleva al agotamiento, demonización y desacreditación de muchas personas y organizaciones. Su informe, The New Climate Denial, ha sido promovido a través de los principales medios como CNN, MSN, Yahoo y USA Today, impactando potencialmente a personas y organizaciones citadas. El escepticismo climático va en aumento, y quienes lo desafían están amenazados. Se han empleado estrategias para contrarrestar este cinismo, con nuevas pruebas.
Estas organizaciones son financiadas por corporaciones billonarias, gobiernos, fundaciones y ONG, incluyendo la Casa Blanca, el Departamento de Estado de los Estados Unidos y la Fundación Nacional de Ciencia. También emplean servicios proporcionados por empresas heredadas y de medios sociales como Associated Press, NPR y The Washington Post. Universidades como Columbia, Harvard, Oxford y la Universidad del Sur de California también perpetúan la propaganda climática entrenando a periodistas. El Departamento de Defensa y las agencias de inteligencia de Estados Unidos se han alistado en la lucha contra la desinformación.
Los críticos de la ciencia climática sostienen que no hay un consenso real sobre los hechos, y la ONU y su red de asociaciones público-privadas (PPP) lo hacen parecer así. El debate honesto y abierto sobre el tema debe continuar permitiendo a los opositores presentar su caso sin temor a la censura, el acoso, la exclusión o la cancelación. En cambio, hay un refuerzo constante de un consenso ficticio mientras que las opiniones divergentes son etiquetadas como conspiraciones peligrosas.
Cifras de consenso climático tan altas como 97 e incluso 99.9 por ciento han sido promocionados por ex presidentes de Estados Unidos, investigadores y medios de comunicación en el pasado. Sin embargo, si esta afirmación fuera cierta, ¿por qué habría tanto esfuerzo para silenciar a uno o tres por ciento que se desvían de la cámara de eco científica?