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El presidente de Rusia Vladimir Putin y el presidente chino Xi Jinping firmaron 32 acuerdos para fortalecer los lazos entre las dos superpotencias, a pesar de su descontento con el dominio occidental en la comunidad internacional.
Entre estos acuerdos estaba la vinculación de los principales proyectos de integración de sus países: la Unión Económica Euroasiática dirigida por Rusia y el Cinturón Económico de la Ruta de la Seda de China. El acuerdo pretende crear un espacio económico común en todo el continente euroasiático, con consecuencias duraderas para las relaciones internacionales.
El acuerdo de China con la Unión Económica Euroasiática disipa las especulaciones de que Putin está interesado en restaurar la antigua gloria soviética de Rusia y revela una falta de deseo de una atmósfera similar a la Guerra Fría.
Ambos países tienen recursos que ofrecer, con la enorme industria y mano de obra de China, mientras que Rusia aporta experiencia diplomática y experiencia en seguridad específica para Asia Central. El Club Internacional de Discusión Valdai publicó un informe en el que abogaba por estrechar lazos, que fue recibido favorablemente por el Kremlin.
El Primer Viceprimer Ministro de Rusia, Igor Shuvalov, ha utilizado ideas del informe en sus discursos y ha sido uno de los principales defensores del acuerdo.La integración de Rusia con Occidente ha terminado, y China se ha convertido en el mayor beneficiario del conflicto de Rusia con Occidente.
Esta confrontación con Estados Unidos ayudará a mitigar las rivalidades sino-rusas, principalmente en beneficio de China. Sin embargo, es probable que Rusia encuentre una manera de crear una relación especial con su pareja.
Uno de los primeros resultados de esta nueva relación se estrenará esta semana en el Foro Económico de San Petersburgo, cuando se espera que Rusia y China firmen un acuerdo para construir el primer ferrocarril de alta velocidad dedicado a Rusia, que unirá Moscú con Kazán, la capital de Tatarstán.
Una compañía conjunta de leasing ruso-chino pronto gastará más de $3 mil millones para comprar 100 Superjets rusos Sukhoi, otro resultado lucrativo de las conversaciones de Putin con Xi en mayo. El primer ministro Dmitry Medvedev expresó su gratitud por las sanciones occidentales impuestas contra Rusia desde el inicio de la crisis de Ucrania, que fortaleció las relaciones de Moscú con sus vecinos del Este.
A pesar de las noticias recientes, las relaciones Rusia-China todavía enfrentan muchos desafíos, incluyendo la renuencia de Rusia a ocupar el lugar número 2 en la región. Sin embargo, los líderes chinos serán lo suficientemente sabios para ofrecer al Kremlin al menos la ilusión de igualdad, a diferencia de Occidente.
China y Rusia comparten puntos de vista comunes sobre los fundamentos del orden internacional, enfatizando un fuerte liderazgo federal, democracia, derechos humanos y multipolaridad dentro de la comunidad internacional.