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Investigadores de la Universidad de Nápoles Federico II en Italia han desarrollado un nuevo sistema robótico interactivo llamado BRILLO, diseñado específicamente para bartending. El sistema pretende crear interacciones personalizadas con clientes habituales, permitiendo al robot recordar sus gustos, intereses y vida diaria.
El robot consiste en un busto humanoide con dos brazos robóticos, una cara basada en un monitor que puede producir diferentes expresiones faciales, un micrófono, un altavoz y una cámara que captan imágenes de los clientes, recogen su lenguaje corporal, procesan lo que están diciendo y responden a ellos.
BRILLO está diseñado para interactuar con los clientes de una manera personalizada, proporcionando recomendaciones únicas basadas en sus preferencias y procesando señales verbales y no verbales. También crea perfiles de usuario que le permiten adaptar sus temas de conversación para clientes habituales, como recordar sus intereses y preferencias por conversaciones serias o divertidas.
La personalización se logra combinando un «sistema de registro» (analizar y almacenar interacciones pasadas) y un «sistema de compromiso» (mejorar la experiencia mediante una evaluación en tiempo de ejecución del nivel de compromiso actual).
El innovador sistema permite al robot procesar información del usuario humano y señales no verbales para determinar su estado de ánimo, atención y tipos preferidos de bebidas. Esta información es almacenada por el robot y utilizada para guiar sus futuras interacciones con los clientes retornados, considerando sus personalidades, historias personales y preferencias de beber.
Un robot camarero que puede interactuar con humanos
A bartending robot that can engage in personalized interactions with humans
A widely discussed application of social robots that has so far been rarely tested in real-world settings is their use as bartenders in cafés, cocktail bars and restaurants. While many roboticists have been trying to develop systems that can effectively prepare drinks and serve them, so far very few have focused on artificially reproducing the social aspect of bartending.
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