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El neurocientífico de Stanford Tony Wyss-Coray ha pasado 20 años investigando moléculas con propiedades neuroprotectoras y neurodegenerativas en el cerebro y los vasos sanguíneos. A medida que envejecemos, estas moléculas se vuelven cada vez más importantes.
Wyss-Coray y sus colegas han descubierto sustancias en la sangre que pueden acelerar o ralentizar el reloj del envejecimiento cerebral e identificado proteínas en las superficies de los vasos sanguíneos a través de las cuales algunas de estas moléculas pueden actuar en el cerebro, a pesar de la existencia de la barrera hematoencefálica. Han demostrado que los ratones más viejos se ven y actúan más jóvenes después de recibir el líquido cefalorraquídeo del ratón joven.
La pérdida cognitiva relacionada con el envejecimiento se hace tangible para la mayoría de las personas mayores de 50 o 60 años, con lapsos de memoria cada vez más frecuentes y hablando más lento para reemplazar palabras faltantes con otras. Un tercio de los estadounidenses mayores de 85 años tienen síntomas de la enfermedad de Alzheimer, y ese número se duplica en los próximos 10 años de vida. Sin embargo, uno de cada tres centenarios parece ser resistente al declive cognitivo, proporcionando esperanza y un trampolín para estudiar el envejecimiento cerebral y el deterioro cognitivo.
La investigación de Wyss-Coray se centró en el líquido espinal y la sangre, mostrando que los cambios relacionados con la edad en la composición proteica de la sangre eran profundos. Confirmaron que los niveles de gran número de proteínas cambiaron significativamente entre el 20º y 90º año de vida de las personas.
Encontraron que los viejos ratones expuestos a la sangre de su pareja joven mostraron múltiples signos de rejuvenecimiento, incluyendo un aumento en el número de ciertos tipos de neuronas, aumento de la actividad neuronal y una reducción en la inflamación cerebral. El estudio sugiere que el plasma sanguíneo, que se encuentra en varios fluidos y tejidos corporales, puede mantener el secreto para el rejuvenecimiento. En ensayos clínicos, las perfusiones de plasma joven han mostrado beneficios significativos en pacientes con Alzheimer.
En un ensayo doble ciego controlado con placebo, reemplazar el plasma por plasma rico en albúmina de donantes jóvenes resultó en mejoras funcionales en los pacientes con Alzheimer. Los investigadores han identificado numerosas sustancias y proteínas encontradas en varios fluidos y tejidos corporales que aumentan la juventud de diferentes tipos de células en el cerebro. El estudio sugiere que la biología es una compleja red de sistemas interconectados, con cientos de miles de nodos en un organismo biológico.
Algunos medicamentos exitosos, como la aspirina, se dirigen a múltiples vías biológicas a través de varios tipos de células y tejidos. El plasma o líquido espinal joven, que contiene docenas de proteínas y moléculas beneficiosas, puede seguir siendo el elixir más poderoso para el rejuvenecimiento.