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Hace seis años, la Unión Europea (UE) emprendió un ambicioso proyecto para crear una especie de Silicon Valley para el «material maravilloso» de la última década: el grafeno. El proyecto, llamado Graphene Flagship, aprovecharía 1.000 millones de euros durante 10 años para empujar el grafeno a los mercados comerciales.
Hasta el día de hoy, la inversión de la UE en el «buque insignia» del grafeno representa el mayor proyecto de investigación y desarrollo del grafeno (aunque algunos especulan que los proyectos relacionados con el grafeno en China pueden haberlo superado).
Las propiedades únicas del grafeno han generado grandes expectativas en una serie de áreas, incluyendo compuestos avanzados y nuevos tipos de dispositivos electrónicos. Mientras que el grafeno puede venir en muchas formas, su forma más pura es la de una capa de grafito de un átomo de espesor.
Esta estructura ha proporcionado la conductividad térmica más alta jamás registrada – 10 veces mayor que el cobre. También tiene una de las mayores movilidades intrínsecas de electrones de cualquier material (la velocidad a la que los electrones pueden viajar a través de un material), que es aproximadamente 100 veces mayor que el silicio – una propiedad tentadora para aplicaciones electrónicas.
Sin embargo, algunos involucrados en la comercialización del grafeno no están convencidos de que el buque insignia del grafeno esté en la mejor posición para llevar el grafeno a los mercados comerciales.
«Conseguir una idea de tecnología dura para comercializar una empresa cuesta decenas de millones de euros. Así que incluso si cada euro asignado por el buque insignia moviliza cinco euros privados, sigue siendo sólo 20 o 30 empresas en toda Europa y en todas las aplicaciones potenciales del grafeno «.
Uno de los problemas clave en la comercialización del grafeno -o cualquier tecnología emergente- es cerrar la brecha entre una tecnología que los investigadores han desarrollado y desplegar un producto comercial. Esta brecha ha sido bautizada como el «Valle de la Muerte».
Para ayudar al grafeno, otro proyecto llamado «Graphene & 2D Materials» EUREKA Cluster está buscando financiación de la UE. Antonio Correia, presidente de la Fundación Phantoms, una organización europea creada en 2002 para coordinar la innovación en nanotecnología, encabeza ahora el proyecto de Cluster «Graphene & 2D Materials» de la organización. Correia cree que este nuevo esfuerzo es necesario para retomar la holgura en la cadena de valor del desarrollo del grafeno.