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El informe clasifica el dinero electrónico en tres categorías principales: CBDC, stablecoins y criptomonedas. El informe destaca la necesidad de que los bancos centrales estén en el centro de los cambios en el sector financiero y amplíen la funcionalidad del dinero y la economía cada vez más digitalizada.
La rápida adopción y la naturaleza descentralizada de las monedas digitales plantean desafíos sin precedentes para las autoridades financieras y fiscales, los reguladores del mercado de capitales y la comunidad empresarial.
El WEF aplaude los esfuerzos del WEF por investigar activamente las monedas digitales para garantizar que los bancos centrales puedan mantener su papel como administradores de la economía.
El informe también destaca los beneficios potenciales de los rublos digitales, como una mejor trazabilidad de los pagos y el flujo de dinero, pero los críticos sostienen que los gobiernos y los bancos centrales prefieren el control centralizado y la vigilancia sobre la elección de los ciudadanos de sistemas económicos alternativos.
El Banco de Rusia está explorando un rublo digital basado en permisos que puede restringir los hábitos de compra, permitiendo una mejor trazabilidad de los pagos y el flujo de dinero.
La moneda digital se puede dar a los niños con ciertas restricciones, como el bloqueo de su uso para la compra de comida chatarra. El Banco de Rusia mantendrá un libro mayor centralizado en su plataforma tecnológica, registrando todas las transacciones. El WEF y sus socios están presionando por monedas digitales centralizadas que sean fáciles de controlar y regular.
El informe Cyber Polygon 2021 concluyó que las monedas digitales promueven el desarrollo de la industria financiera, pero necesitan regulación para garantizar la estabilidad. Los preparativos para la pandemia cibernética también se discutieron en el Cyber Polygon 2021, que simuló un ataque en cadena de suministro a un ecosistema corporativo en tiempo real.
El Foro Económico Mundial (FEM) ha advertido sobre una potencial «pandemia cibernética» que podría ser peor que la actual crisis mundial. El WEF advierte que un solo día sin Internet costaría a las economías más de 50 mil millones de dólares, y que un ataque cibernético integral podría detener completamente el suministro de energía, el transporte, los servicios hospitalarios y la sociedad en su conjunto.
También destacó la necesidad de construir infraestructuras de TI con anticuerpos digitales incorporados para protegerse. Schwab también destacó la importancia de la resiliencia, afirmando que necesitamos desarrollar la capacidad de resistir un ataque de virus y construir infraestructuras de TI con anticuerpos digitales incorporados.